Es un procedimiento para corregir las deformidades corneales, con el cual se pretende devolver la forma natural a una córnea que está deforme. Tiene un fin médico y restaurador, y por consiguiente lo que se busca es disminuir la dependencia de la corrección óptica y/o mejorar la tolerancia a los lentes de contacto.
Los anillos o segmentos corneales son diminutos arcos de un plástico especial con un espesor que varía entre 150 y 300 micras, que una vez insertados permanecen indefinidamente en la córnea.