Un estudio en cuanto a la miopía (Prevalencia mundial de miopía y alta miopía y tendencias temporales desde 2000 hasta 2050) proyecta que en la mitad del presente siglo un porcentaje importante de la población padecerá este problema visual. Es decir, irremediablemente tendremos que saber convivir con ella y sobre todo reconocerla a tiempo. Pero ¿qué explica el sostenido aumento que los especialistas ya definen como una pandemia?
De acuerdo con distintos estudios internacionales, la progresión de la miopía en los niños y niñas viene en aumento desde hace décadas. Esto por la menor exposición a la luz solar y mayores horas de lectura y estudio que se traducen en trabajar el foco visual en objetos cercanos.
Sumado a esto, según una investigación publicada en The Lancet, se estima que los casos de miopía en niños y niñas aumentaron cerca de un 40% desde el año 2020 hasta la fecha. Este proyecto fue un esfuerzo internacional, con contribuciones de científicos en el Reino Unido, China, Singapur y Australia.
Entre otros factores, los investigadores descubrieron que los altos niveles de tiempo frente a la pantalla de un dispositivo inteligente se asociaron con un riesgo de miopía de alrededor de un 30 % más alto. Cuando se combina con el uso excesivo de la computadora, ese riesgo aumenta a alrededor del 80%.
¿Cómo saber si mi hijo tiene miopía (y qué hacer)?
Es importante señalar que a la edad de 4 a 5 años, antes de comenzar la escuela, todos los niños deben ser examinados por un oftalmólogo para analizar la salud de su visión. Sin embargo, existen patrones de comportamiento que pueden alertar a los padres sobre problemas de la vista, como la miopía, antes de que se hagan cargo. Los padres deben consultar a un especialista si su hijo: “Cambia el color de la pupila, se acerca demasiado a los objetos, cierra demasiado los ojos para ver, gira demasiado la cabeza para ver o entrecierra los ojos.